Almeida quiere dejar la portavocía nacional del PP para apuntalar su futuro en el Ayuntamiento
No se trata de una decisión tomada en los últimos días. El alcalde Madrid ya había madurado la decisión de abandonar la portavocía nacional del PP hace semanas. Pero es verdad que los últimos acontecimientos han confirmado a José Luis Martínez-Almeida en su decisión de centrarse en el Ayuntamiento de Madrid. Y es que el doble perfil se ha convertido en un problema para uno de los hombres fuertes del partido.
José Luis Martínez-Almeida no quiere seguir como portavoz nacional del PP. El doble perfil, y el doble discurso que implica, se ha convertido en un hándicap para el alcalde. Debe hablar en clave ideológica madrileña en la capital. Pero también en clave nacional, y ese discurso no siempre es el deseado por los votantes madrileños más liberales. Debe buscar la coordinación con Isabel Díaz Ayuso. Y a la vez hablar en nombre de una cúpula del partido que se encuentra en guerra con la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Todo un ejercicio de malabarismo que ha terminado de convencer a Almeida de la conveniencia de dejar el cargo de portavoz nacional. Almeida no quiere abrir fisuras en su papel de alcalde y prefiere centrarse en su cargo ejecutivo en la capital de España. Y para ello, ha optado por dejar el cargo de portavoz nacional. Almeida hace tiempo que lleva pensando esta decisión. Pero también es cierto que la guerra civil abierta en el PP ha reforzado esa decisión de salir de la portavocía. Y es que su obligación es mantener una coordinación con Díaz Ayuso, algo difícil en medio de una pelea intestina con la cabeza del partido nacional a la que el alcalde representa ante la prensa.
Y el desgaste de ese papel empieza a ser incómodo. Almeida, de hecho, acaba de protagonizar uno de los episodios que avalan esta decisión. Esta pasada semana Isabel Díaz Ayuso convocaba a los medios y mostraba su malestar por las noticias que apuntaban al espionaje de su persona, hermano y resto de la familia con el fin de encontrarle algo con lo que presionarla, hacerle abandonar su postura y sacarla de la pugna por la Presidencia del PP de Madrid.
Almeida reaccionaba de inmediato negando los hechos y anunciando que cualquier comportamiento carente de “ejemplaridad” en el consistorio tendría su inmediata respuesta y consecuencias.
Horas después de ese cruce de declaraciones, aparecían audios de uno de los investigadores de la empresa de detectives Mira asegurando haber tenido contacto con dos personas de la Empresa Municipal de la Vivienda y habiendo recibido la petición de realizar esa investigación. El detective, de hecho, aseguraba en el audio haberse negado a realizar el trabajo por considerarlo ilegal y sin interés legítimo.
Tras conocerse esas grabaciones y pese a que Ángel Carromero había insistido en que no tenía nada que ver con ninguna práctica de ese estilo, dimitía de su cargo como director de Coordinación del Ayuntamiento de Madrid. Y lo hacía, precisamente, por las distintas versiones que apuntaban a él como implicado en el espionaje.
Martínez-Almeida no ha querido materializar su salida del cargo de portavoz en medio de la actual crisis del partido por el impacto y la interpretación que podría terne su salida. Pero lo cierto es que la decisión está tomada.